26 mar 2014

CÓMO SE PUEDE COMUNICAR EL AFECTO

1. Como modelo: cada uno debe demostrar a su hijo que mira por su propio yo. 
Esto quiere decir que sólo podemos dar a los demás si tenemos algo que dar. El 
sentimiento de “doy porque quiero” es mucho más auténtico que el de “doy porque debo”. 
Lo que da felicidad a la mayoría de las personas son las relaciones amistosas de 
cooperación, el dar libremente y ver a los demás felices. Cuando la gente aprende a 
cuidar de sí misma, los beneficios se extienden a las demás personas que inciden en sus 
vidas. Actuando así tomamos conciencia de que nuestro papel en el grupo es un factor de 
equilibrio y de adaptación social. 

2. Fomentar el desarrollo de la capacidad decisoria. Algunas cosas de las que 
hacemos con idea de ayudar a nuestros hijos en realidad bloquean o limitan esta 
capacidad. Sería conveniente que cambiáramos algunos hábitos para lograr el desarrollo 
de la capacidad decisoria de nuestros hijos. 

3. Tenemos que tener en cuenta que los padres deben pasar de ser 
eminentemente protectores cuando sus hijos son pequeños a tratar con iguales cuando 
sus hijos son mayores, evitando relaciones de dependencia mutua. 
Los padres deben ser capaces de imponer límites y disciplina a la vez que 
intercambian afecto con sus hijos. Y los hijos deben pasar de una situación en la que 
necesitan protección y cuidado de sus padres a otra en la que deben poder desenvolverse 
solos, ser autónomos y saber ponerse sus propios límites. Es importante que sepamos ir 
dando a nuestros hijos la responsabilidad de su propia vida. De forma gradual y 
progresiva. Para que esto evolucione de forma positiva es importante enseñarles a 
desarrollar la voluntad, la motivación para hacer cosas anticipando las consecuencias que 
se deriven de ellas. Educar la voluntad quiere decir negarse a la satisfacción inmediata y 
esforzarse por conseguir algo no tan inmediato, no desanimándose ante las dificultades. 
En este sentido creo que es muy importante el desarrollo de una mayor tolerancia ante las 
frustraciones. 

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